
Numidia era un reino aliado de Roma situado en el norte de África, Masinisa, su gran rey luchó contra Anibal junto a Escipión el africano en la batalla de Zama, desde entonces eran aliados de Roma.
Masinisa reino muchísimo tiempo y le sucedió su hijo Micipsa, quien ayudó a Escipion Emiliano a destruir Cartago durante la tercera guerra púnica.
En 118 murió Micipsa, este tenía tres hijos, Adherbal y Hiempsal y Yugurta. El difunto rey deseaba que los tres hermanos reinaran juntos. Yugurta era primo de Adherbal y Hiempsal, su madre era una berebere y su padre Mastanabal , hermano del difunto rey y por eso era despreciado por sus hermanos y el resto de la corte, sí, tenía sangre de Masinisa, pero estaba mezclada con sangre berebere y esa ilegitimidad lo marcó profundamente. Micipsa lo adoptó como hijo suyo y lo hizo co gobernante junto a sus primos, ahora hermanos adoptivos.
Yugurta era un hombre sin escrúpulos y despiadado que no dudó en usar todos los medios a su alcance para conseguir sus objetivos, había luchado como auxiliar del ejercito romano durante el sitio de Numancia, junto a Cayo Mario, su futuro enemigo a las órdenes de Escipión Emiliano, allí descubrió el secreto de los romanos, la codicia.
A la muerte de Micipsa, Yugarta no dudo en ordenar la muerte de sus hermanos, matando a Hiempsal, pero Adherbal consiguió escapar y fue a pedir amparo al senado romano.
Roma envió una comisión en 116 a.C. para resolver la situación de Numidia y dividió el reino entre los dos hermanos, Yugurta no dudo en sobornar a los romanos y se hizo con las tierras más ricas y prósperas.
Cuando se extendió el rumor de la invasión germana en 113 a.C. y Roma se preparaba para hacerles frente, Yugurta inició acciones punitivas contra su hermano Adherbal, había estado tres años esperando que Roma se involucrara en una guerra para adueñarse de todo el reino.
Rápidamente Yugurta sitió a su hermano en la capital de su reino, Cirsa. Adherbal pidió de nuevo ayuda al senado romano, pero Roma estaba pendiente de la inminente expedición contra los cimbrios en el norte, por lo que de nuevo Yugurta sobornó a los senadores delegados, Cirsa fue tomada y Adherbal ejecutado.
La toma de Cirsa fue despiadada, Yugurta no solo mató a Adherbal y a su numidas, sino a todos sus partidarios, incluidos ciudadanos romanos e itálicos que vivían en esa ciudad.
Roma no olvidó ese ultraje, continuó con la expedición contra los cimbrios y en 112 a.C. Carbón fue derrotado en Nórico.
Tras la desastrosa gestión de Carbón y la batalla de Nórdico en 112 a.C. , Roma esperaba la irrupción de lo cimbrios en Italia, pero esta no se produjo. Cuando se vio que los cimbrios no aparecerían, Roma recordó a sus ciudadanos muertos en Cirsa.
El senado encargo al nuevo cónsul Lucio Calpurnio Bestia, la dirección de la expedición contra Numidia, en 111 a. C., el cónsul romano, pensando en enriqueserse, llegó a Numidia al mando de sus legiones, en su ánimo además del dinero debía estar presente el destino de Carbón, su predecesor en el cargo un año antes, Yugurta, gran conocedor del espíritu romano no dudo en darle a Bestia lo que deseaba, riquezas y un desfile en Roma por su victoria, tras varias escaramuzas insignificantes con los romanos no dudo en rendirse y sobornar al cónsul, las condiciones de la capitulación fueron tan escandalosamente favorables a Yugurta que el senado creó una comisión de investigación donde Bestia confesó haber sido sobornado.
Yugurta fue convocado a Roma para dar explicaciones a la comisión, así mismo, un sobrino suyo , Massiva, también en Roma, comenzó a postularse ante el senado como el mejor rey de Numidia y amigo de Roma. Yugurta de nuevo jugó sus cartas, conocedor del sistema romano, no dudo en sobornar a dos tribunos de la plebe, quién con su derecho de veto impedían que Yugurta compadeciera ante la comisión senatorial, asimismo, mandó asesinar a su sobrino en la propia Roma.
El asesinado de Massiva supuso la expulsión de Yugurta de Roma y una nueva guerra con Numidia
En 110 a.C. el cónsul Espurio Postumio Albino, dirigió las fuerzas romanas a Numidia, era un campaña fácil y la victoria estaba asegurada. El cónsul Espurio dejó al mando del ejército a su hermano el pretor Aulo Postumio Albino y se marchó a Roma a preparar las elecciones.
el Pretor Aulo vio una oportunidad única, él derrotaría al númida y en las elecciones del próximo año saldría elegido cónsul, además tendría un triunfo y la riqueza propia de la conquista, sí, Aulo Postumio Albino, ganaría la guerra, tendría riqueza, tendría su triunfo y sería cónsul, pensaba lo mismo que Carbón dos años antes, y le paso lo mismo, se adentro confiadamente en Numida con sus legiones. Yugurta, gracias a sus esplendidos sobornos sabía en todo momento de los movimientos romanos y sorprendió y derrotó a los romanos cerca de la población de Suthul.
Tras la victoria, Yugurta pidió el reconocimiento del senado romano como único rey de Numidia, el senado no cedió.
Es curioso que un personaje como Yugurta, gran conocedor de Roma y de los romanos no supiera que Roma siempre impuso sus condiciones y nunca aceptó condiciones de otros.