En este post os voy a enseñar lo que de verdad es el Qi o Chi. Ya te adelanto que existe, pero no es lo que tú te piensas, así que léete este artículo hasta el final para no perderte detalle.
El maestro de karate de Okinawa Kiyoshi Arakaki, define a la gravedad como Qi universal en su libro “Los secretos del Karate de Okinawa”.
El maestro Kiyoshi Arakaki habla, entre otras cosas, de aplicar una caída de rodillas en nuestros golpes para sumar a la fuerza de este, la gravedad o Qi universal.
Según Newton, la gravedad provee de una aceleración a cualquier objeto en caída libre 9,8 metros por segundo,
La física nos dice que la Fuerza es igual a la masa por la aceleración.
Al lanzar un golpe y dejarnos caer, no solo le añadimos al golpe la gravedad, que afectaría a la aceleración, le añadimos la masa del cuerpo.
Recordemos, fuerza=masa por aceleración
Así pues…
Fuerza= masa del puño + masa del cuerpo al dejarlo caer, por la aceleración del puño + la fuerza de la gravedad.
Parece ser que dejarse caer, el Qi, lo que hace es añadir más masa y más aceleración al golpe, por lo que será bastante más potente.
Esto lo hacen los boxeadores y luchadores de MMA y sus golpes son demoledores.
¿Es este el mítico Qi?
Bueno, la mitología transforma hechos reales y les da forma de cuento para transmitirse de forma oral de generación en generación, un cuento, un mito, es una buena forma para memorizar y transmitir un conocimiento.
El maestro en Kyusho Jitsut Evan Pantachi define al Qi como energía cinética.
La física define energía cinética como: Ec= 0,5 x mv2
Donde m es la masa y v la velocidad
O sea que, a mayor velocidad, mayor fuerza cinética, también a mayor masa, mayor fuerza cinética.
La energía cinética se suma a la fuerza del golpe. Por ejemplo, Un chung choe – Tate tzuki (golpe con el puño vertical) es algo menos potente que un ping choe – mae tzuki (el jab de toda la vida), por el giro de muñeca de este último justo antes del impacto. Es algo que casi no se nota, pero, si empezamos a sumar pequeños movimientos; del talón, cadera, hombro, muñeca, durante la ejecución del golpe, obtenemos un golpe más potente.
El maestro Kiyoshi Arakaki enseña a lanzar la cadera mientras realizamos el tzuki del suri te, además de la caída de pierna, para hacer de este golpe un golpe más potente.
Un boxeador, con el cruzado, utiliza la gravedad para aumentar su masa y aceleración en sus golpes, al echar su cuerpo adelante durante su ejecución. Pero también, añade energía cinética; desde el talón de atrás, el giro de cadera, el hombro, codo, la muñeca, de hecho, sin no se protege las manos, es bastante posible que se lesione por la fuerza del golpe. Ni decir que este golpe puede provocar un KO, incluso matar al oponente.
Frente a este poderoso golpe en el que usamos el Qi, tenemos el chun choe del Win chung o los tzukis del karate deportivo. Golpes en los que no se usa la gravedad, por lo que no se aumenta ni la masa, ni la aceleración del golpe, y casi no se usa la energía cinética, la del hombro, codo y muñeca, poco más. Estos golpes son más seguros para prevenir lesiones como las de boxeo. Tanto Karate deportivo como Win chung adoptan intencionalmente la espalda recta.. , el maestro Kiyoshi Arakaki define esto como un muro de contención que impide el uso del Qi.
El win chung por ejemplo, tiene una estrategia de combate para paliar esta carencia, suple la fuerza con cantidad, véase su famosa cadena de puños, muchos rápidos golpes poco potentes, hacen como un Ariete Medieval en un muro, lo tumban.
El Qi interno es la energía cinética que produce nuestro cuerpo. El Qi externo es la gravedad, que aporta la masa del peso al golpe y la aceleración de la propia gravedad. Así que usar el Qi es usar ambos Qi. Usar el Qi en los golpes le dan fuerza y velocidad.
¿Qué pasa entonces con los puntos de presión y el calambre que dan?
Sí es cierto, alterarlos produce corriente, por la sencilla razón de que muchos son terminaciones nerviosas. Los puntos de presión afectan al sistema nervioso y al circulatorio. Un ataque con Qi en un punto de estos es más devastador, pues al trauma del golpe le añadimos el calambrazo del nervio.
El Origen del mito del Qi
Y creo que por ahí debe andar el origen de este mito. Los puntos de presión precisan un ángulo de ataque , además de una forma de atacarlos para que sean plenamente efectivos. Un maestro sabe dónde y cómo golpear para que el daño sea máximo. Un profano puede intentarlo, pero si no conoce el secreto, será mucho menos efectivo.
Os voy a poner un ejemplo con el podréis comprobar esta afirmación ahora mismo. Golpead con vuestro puño cualquier parte de vuestra muñeca. Hacedlo ahora. Si alguien colocó un nudillo en el impacto habrá notado un calambrazo, si no, bueno, será un golpe. Ahora no le des con el nudillo del puño, hazlo con los otros nudillos, los que están más abajo, pero como si llamaras a una puerta. Venga Hazlo. Te ha dado calambre casi seguro.
Bueno, y si le aplicamos el Qi, el calambre será mayor. Vamos a verlo, ahora golpéate con los nudillos, como llamando a una puerta, pero gira esta vez la muñeca a la derecha mientras golpeas, así le añadiremos una poca de energía cinética. ¡A que duele!, ¡y el calambrazo es menudo!. Como ves, no tiene misterio alguno, es saber hacerlo.
Un profano verá al maestro golpear en la muñeca y sentirá mucho dolor. Él lo repetirá, y golpeará con su puño en el sitio correcto, pero el efecto ni de lejos será el mismo, salvo de pura casualidad.
¿Por que ,si yo hice lo mismo que el maestro, no me salió igual? no va a pensar que lo hizo mal, no solemos reconocer nuestros errores, va a pensar que el maestro usó magia. Evidentemente, el maestro se cuidará mucho de sacar al profano del error, es más, pienso que alimentaría esa creencia. Ese pienso que es el origen del mito del Qi,
Pensad que estos secretos, hasta finales del siglo XIX. eran secretos de estado. Con estas técnicas luchaban los soldados imperiales chinos o los sumarais japoneses. y su conocimiento y dominio te daba ventaja frente a guerreros enemigos. A partir de esta fecha, las armas de fuego hicieron inútiles estos secretos. Muchos desaparecieron, otros viven aún, en leyendas.
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