Los astures

Los astures

Los Astures eran pueblos hispano-celtas que poblaban de la zona noroeste de Hispania ,que en la actualidad comprende el Principado de Asturias, la provincia de León y la parte norte de la provincia Zamora (todo en España) y el este de Trás os Montes en Portugal. Eran ganaderos que montaban a caballo y que vivían en chozas circulares de piedra recubiertas de yeso. Los albiones eran una tribu importante del oeste de Asturias. Isidoro de Sevilla dio una etimología como proveniente de un río Asturia, identificado por David Magie con el río Órbigo en la llanura de León, por otros el moderno río Esla.

Celtas en Asturias

Los Astures pudieron formar parte de la expansión de los Celtas de Hallstatt que dejaron sus tierras en bávara-bohemia y emigraron a la Galia. Un gran contingente continuó hacia España y Portugal. En el siglo VI aC, crearon castros , como Coanna y Mohias, cerca de Navia, en la costa del Golfo de Vizcaya.

Desde el punto de vista romano, expresado en los breves comentarios de los historiadores Florus y Orosius, los Astures se dividieron en dos facciones, siguiendo la división natural hecha por las montañas de la Cordillera Cantábrica y los Picos de Europa:

tierras de los astures

Transmontano o «más allá», es decir, al norte de los Picos de Europa, ubicado en la Asturias moderna, y Cismontano (ubicado en el lado «cercano», en la zona moderna de León).

El Transmontano, situado entre el río Navia y el macizo central de los Picos de Europa, comprendía las tribus de Cabarci, Iburri, Luggones, Paesici, Paenii, Saelini, Vinciani, Viromenici, Brigaentini y Baedunienses. Los Cismontanos incluía a Amaci, Cabruagenigi, Lancienses, Lougei, Tiburi, Orniaci, Superatii, Gigurri, Zoelae y Susarri (que habitaban alrededor de Asturica Augusta, en el valle del río Astura, y era la principal ciudad asturiana en la época romana).

Antes de la conquista romana a finales del siglo I aC, se unieron en una federación tribal con la ciudadela de la montaña de Asturica (Astorga) como su capital.

El término astures lo acuñó Roma para definir a los pueblos de la región, pero en realidad serían comunidades locales, agrupadas según los valles de la región, cada una con sus peculiaridades, pero con una clara presencia de elementos de los celtas indoeuropeos. Por lo que podrían ser poblaciones de origen celta hibridada con poblaciones locales prehistóricas.

Astures y romanos

Hay menciones históricas a los astures a fines del siglo III a. C., siendo incluidos entre los mercenarios de la Península Ibérica del ejército de Asdrúbal Barca en la batalla del río Metaurus en 207 a. C.Silio también menciona un contingente mercenario asturiano en el ejército de Hannibal, liderado por un jefe llamado Cydnus. Después de la 2ª Guerra Púnica, su historia queda menos clara. Rara vez se menciona en las fuentes relacionadas con las guerras civiles lusitanas, celtíberas o romanas de los siglos II y I aC, emergen de una oscuridad relativa justo antes del estallido de la primera guerra asturocantábrica finales del siglo I aC. 17]

Liderados por el general mercenario Gausón, los Astures unieron fuerzas a los Cántabros en un esfuerzo por prevenir la ofensiva total del Emperador Augusto para conquistar todo el noroeste ibérico, incluso apoyaron una revuelta fallida de Vaccaei en el 29 a. C. La Campaña contra los Astures y las tribus Cántabras resultó tan difícil que requirió la presencia del propio emperador para reforzar el coraje de las siete legiones y un escuadrón naval involucrado. La primera campaña romana contra los Astures (Bellum Asturicum), que comenzó en la primavera del 26 a. C., concluyó con éxito en el 25 a. C. con la entrega ceremonial de Mons Medullus a Augusto en persona, lo que permitió a este último regresar a Roma . La eliminación de la resistencia restante se confió a Publio Carisio, el Legado de Lusitania, quien, lograr atrapar al general asturiano Gauson y los restos de sus tropas en la colina de Lancia, posteriormente los obligó a rendirse cuando amenazó con prender fuego al pueblo. Los Astures fueron sometidos por los romanos, pero nunca fueron completamente conquistados, y su modo de vida tribal cambió muy poco.

En lo que se refiere a la historia oficial romana, la caída de este último reducto marcó el final de la conquista de las tierras asturianas, que en adelante se incluyeron junto a Gallaecia y Cantabria en la nueva Provincia Transduriana. Esto fue seguido por el establecimiento de guarniciones militares en Castro Legio VII Gemina (León) y Petavonium (Rosinos de Vidriales – Zamora), junto con colonias en Asturica Augusta (Astorga) y Lucus Asturum.

A pesar de las duras políticas de pacificación implementadas por Augusto, el país asturiano siguió siendo una región inestable sometida a revueltas esporádicas, a menudo llevadas a cabo en connivencia con Cántabros, y una actividad guerrillera persistente que mantuvo ocupadas a las fuerzas de ocupación romanas hasta mediados del siglo I dC . Se produjeron nuevos levantamientos en 24–22 aC (la 2ª Guerra asturocantábrica), en 20–18 aC (3ª “Guerra” asturocantábrica) – provocada por esclavos cántabros fugitivos que regresaron de la Galia, ambos brutalmente Aplastado por el general Marcus Vispanius Agrippa y nuevamente en 16–13 aC, cuando Augustus aplastó la última rebelión conjunta asturocantábrica.

La romanización de los astures

Roma extendió su dominio sobre el mediterráneo pactando con los pueblos de las regiones que conquistaba y derrotando con ayuda de estos a los que se oponían a su dominio. Solía respetar las estructuras culturales y políticas locales y solo se limitaba a cobrar tributos y reclutar levas en caso necesario entre las poblaciones locales.

Además, el escaso valor económico y estratégico de la región, además de la accidentada geografía montañosa, hizo que Roma no prestará mucha atención a la región durante los 500 años, año más o menos, que controló la región.

Durante la época romana perduran las costumbres, la cultura y las estructuras políticas tribales en la región, con la indudable influencia de los dominadores, pero bastante menor que en regiones con mayor interés para Roma como la Bética.

La poblaciones cántabras y astures de la zona, seguían organizadas en clanes tribales, donde la mujer jugaba un rol muy importante, frente a las sociedades patriarcales imperantes en el mundo de la época, como Romanos, Visigodos o ärabes, como el sistemas de sucesión matrilineales (herencia por parte de la mujer) imperante entre estas tribus.

Esa escasa aculturación de la zona explica por qué, hoy en día, siguen presentes en la zona tradiciones de época prerromana o célticas.

La ocupación visigoda no supuso ningún cambio en este esquema, ahora en vez de pagar tributos a los envíos de Roma, ahora lo hacían a los de Toledo.

Para un campesino astur, nada había cambiado en los últimos 1000 años, tenían más o menos las misma costumbres y se gobernaban a sí mismo según sus tradiciones ancestrales.

Lo que sí hizo Roma es crear un sentimiento de unidad en la región, las tribus ya no recurrían a la guerra entre ellas para resolver disputas, el representante romano primero, y el visigodo, después, se encargan de dirimir estos asuntos y todos lo aceptaban. El que no aceptaba el acuerdo,con la solución, sufría la visita de la legión romana más próxima.

Y también unificaron a las tribus astures a través de la religión, ahora y gracias a roma, eran cristianos.

Asturias era una región escasamente poblada de tribus casi prerromanas con costumbres bárbaras para romanos, visigodos o árabes.