
Los hoplitas eran los soldados de las polis griegas durante todo el siglo V AC.
El nombre hoplita deriva de hoplón, el escudo de un metro de diámetro que protege a los hoplitas de la barbilla hasta las rodillas, era redondo y era fundamental en su sistema de lucha pues con los escudos formaban una barrera de escudos solapándose los unos a los otros como escamas,esta formación de líneas de escudos solapados de denomina falange griega, el escudo no sólo protegía al portador de este, sino que protegía a los compañeros continuos en la línea, por eso era tan importante la disciplina, disciplina para maniobrar en formación cerrada o sea formados con los escudos en una barrera a modo de escamas.
Los hoplitas además del escudo iban protegidos por un casco de bronce, una coraza, los más ricos usaban la de bronce, los demás, la gran mayoría usaban, la de capas de lino superpuestas reforzadas con placas de bronce y unas grebas o como las denominaríamos hoy espinilleras de bronce que cubrían de la rodilla al pie, iban armados con una lanza de 2,5 metros y una espada corta para apuñalar, a toda esta equipación se la denomina panoplia y este tipo de infantería embutida en bronce se la denomina infantería pesada, la infantería ligera es la que no lleva armadura y por lo tanto tiene más movilidad, la pesada es más lenta pero es letal en el cuerpo a cuerpo.
En la historia habían existido otras infanterías pesadas pero los griegos inventaron la formación cerrada u orden cerrado, lo del muro de escudos dispuestos como escamas, una formación que será letal en el cuerpo a cuerpo en las batallas.
Evidentemente, sólo los ciudadanos de las polis o ciudad estado con recursos suficientes se podían costear la panoplia el resto o no combatían, desempeñaban labores auxiliares para los hoplitas, transporte y colocación de armaduras, labores domesticas, etc. o luchaban como infantería ligera lanzando piedras, con hachas de mano, cuchillos o palos, en fin cualquier cosa que pudiera hacer daño.
Cuando dos polis guerreaban entre sí, generalmente por el control de las escasas zonas de cultivo en los angostos valles de montañosa Grecia, estas se citaban un día concreto para la batalla en un lugar para tal fin. La batalla en sí podría parecerse a un partido de futbol americano, formaban un ejército frente al otro, el general o polemarca, se coloca en la línea en el lado derecho con sus mejores tropas, el enemigo hace lo propio por lo cual el lado derecho de un ejército concuerda con el izquierdo del otro, suelen forman con 8 filas de profundidad, una vez formados los unos frente a los otros, cierran filas, lo del muro de escudos, y avanzan así rápidamente, el impacto es brutal, chocan dos líneas de escudos de bronce y como en el futbol americano, comienzan a empujarse los unos a los otros, solían llevar las lazas alzadas sobre la cabeza y al menor resquicio la proyectaban sobre el enemigo, se golpea con la punta no se arrojaban, las lanzas se suelen romper tras el impacto con la armadura enemiga, con algo de suerte y sí el enemigo no andaba listo la metían por las hendiduras que tiene el casco para ver o por algún hueco en la armadura, las zonas de unión, las zonas de los brazos, pero lo normal es romper la lanza sin matar al enemigo, luego sacaban la espada y a empujar con todas sus fuerzas esperando pillar un hueco para meter la espada, las líneas traseras empujan a las delanteras y sí encontraban un blanco a tiro de lanza la parten en el enemigo
Los caídos son sustituidos inmediatamente por el hoplita de detrás que vuelve a cerrar la línea y de nuevo a empujar, un descuido aquí puede ser letal pues sí el enemigo ocupa el puesto del caído antes, puede romper la línea, se colocaría dentro de los escudos enemigos y con su espada puede matar fácilmente a los demás miembros de la línea, esto generaría nuevos huecos, la batalla estaría perdida.
Lo mismo sucede sí un hoplita cede al miedo y huye, rompe la línea y por ahí puede entrar el enemigo, todos los hoplitas son consientes de este hecho por lo que sí la línea se rompe, abandonan rápidamente la formación y comienza la huida.
El primer ejército que rompe la línea del otro gana.
Los ejércitos hoplitas son tan fuertes como el miembro más débil de la línea por lo que tener un aspecto terrorífico es fundamental para así asustar al enemigo y romper su línea, se pintan en los escudos criaturas horripilantes, se ponen grandes penachos en los yelmos para parecer más altos, etc.
La disciplina es fundamental por eso la clase hoplita solía adiestrarse periódicamente, por ejemplo cuatro días mensuales, un poco al estilo de la guardia nacional norteamericana, los hoplitas eran soldados aficionados, eran terratenientes aristócratas, eran comerciantes, artesanos, eran gente que se podían costear el equipo.
Había una excepción a este modelo, una ciudad que sólo tenía soldados profesionales, una ciudad que era un cuartel, Esparta, enfrentarse a un ejército espartano era una experiencia aterradora y la mayoría de las ocasiones se rompía la línea con la mera aproximación de estos con sus maniobras perfectas ensayadas a diario.
Así luchaban los griegos hasta las guerras del Peloponeso…